25.2.16

Aprendiendo a Sostener Relaciones Auténticas

Mona Villacres ©
"Be my friend, please Didi", Jigani, India, 2009, Mona Villacres ©

Durante todo el mes de Febrero mis cursos de yoga se centraron reconocer y transformar la relación que tenemos con nosotros mismos, con nuestra familia y con nuestras amistades.
El resultado de casi 30 días de práctica personal (para lograr llevar el mensaje a mis estudiantes) me ha dado una luz increíble en el corazón para perdonar y una gran claridad para decidir dejar ir a ciertas personas de mi vida sin rencor.

Les cuento la primera anécdota: Durante muchos años percibí a ciertos miembros de mi familia como una amenaza; inconscientemente, les tenía mucho miedo porque pensaba que algún día me harían algo malo a mí y a mi madre. Las  meditaciones practicadas en el mes me ayudaron a analizar claramente de dónde venía este miedo y a verificar si estaba en realidad en peligro.
En primer lugar, reconocí que el miedo viene de una mala impresión sobre su comunicación con mi madre (imaginen una comunicación fraternal quebrantada) y su falta de afecto entre ellos. Y en segundo lugar, reconocí que yo estaba fuera de peligro. Que lo único que tenía que hacer era enviarles luz aceptando su condición humana y su hábito de relacionarse entre ellos. Esto no fue un acto de racionalización. Fue una acción directa del alma.

Luego de tan sólo 15 días de práctica me veo como un ser capaz de perdonar y de comunicarme con ellos sin miedo y con amor. Quizá aún no con confianza (eso debo seguir trabajando –el miedo-) pero si proyectándome desde el corazón.

La segunda anécdota: El resultado de esta es justamente el decreto que formulé al iniciar éste módulo de yoga: sostener únicamente relaciones auténticas. Como mencioné en mi post anterior, las relaciones son complicadas pero si son problemáticas hay que dejarlas ir.
 Las relaciones deben sostenerse mediante una comunicación abierta, transparente y amorosa. Es cierto que en el caso que les contaré, yo no supe comunicarme con compasión, pues me dirigí autoritariamente a un grupo de amigas y herí sus sentimientos. El problema aquí es que yo siempre me he posicionado como una “hermana mayor” que les llama la atención por su falta de “consideración y amor fraternal”. Mi mente lo percibe así. Lo reconozco. Y ese es un rollo mío que quizá ellas no conocen y yo lo vengo a descubrir recién en este tiempo de trabajo profundo.

Si voy al pasado, debo reconocer que desde hace 10 años que vengo “sosteniendo” una promesa de perdón sobre esta actitud que ellas tomaron frente a mí (no sé si llamarlo envidia, egoísmo, celos, irrespeto o desconsideración) durante un viaje al exterior. Estas personas me hicieron sentir que no me querían y que no tenían ninguna intención de ser buenas conmigo. Y justo en ese tiempo yo habìa perdido a mi padre, pues, no era un tiempo fácil para mi. 
A pesar que intenté perdonar y viví ese perdón en la mano, siempre supe que esa amistad no era auténtica, por eso no logré sostener mi promesa de corazón. El daño ya estaba hecho.

Hoy por hoy, luego de trabajar con este set de meditaciones, y luego de haber dicho lo que dije a estas personas, resulta que las he dejado ir. Sin rencor alguno. Aceptando simplemente que esto no puede seguir. Y que yo debo solucionar mi comunicación de manera consciente como lo he expresado aquí: Decir compasivamente.

El trabajo en Yoga Terapia sobre las relaciones, parte de una relación transparente con uno mismo. Llevarme bien conmigo mismo, mantener una relación de integridad conmigo mismo, ser franca conmigo mismo, son habilidades que se pueden aprender, sin racionalizar tanto, en la práctica con la meditación y la respiración simplemente se dan.

Aquí les comparto una de las meditaciones que practiqué durante el mes. Espero les ayude.
Cualquier pregunta me la pueden hacer a monavillacresyoga@gmail.com


Tejiendo las Lágrimas en sus Relaciones
(Khalsa, Nam K., Khalsa, Siri Atma S., Divine Relationships, Yogic Reality, US, 2013).

Para empezar:
Sentado en una postura cómoda (preferiblemente en el piso con piernas cruzadas), pelvis hacia adelante y hombros hacia atrás. Cierra tus ojos y concéntrate en el entrecejo. Junta las palmas de las manos y vibra el mantra ONG NAMO GURU DEV NAMO 3 veces para conectarte con tu maestro interior.
Escuchar el mantra aquí:


PRIMERA PARTE:

Manos con los dedos e índices juntos. Codos ligeramente doblados, separa los brazos 30 grados hacia los lados. Mantén siempre las manos alineadas al nivel del corazón. Las palmas miran hacia el techo.
Enfócate en la punta de la nariz con los ojos entreabiertos sólo 1/10.

Inhala profundo y al exhalar canta una vez monótonamente el mantra:
SAT NARAYAN HARI NARAYAN HARI NARAYAN HARI HARI
Escuchar el mantra aquí:

Inhala de nuevo para cantar y continúa durante 11 minutos máximo.
Para terminar, inhala profundo, sostén la respiración y trae a tu consciencia la voluntad de comprender, de perdonar, de bendecir para sanar tus relaciones. Exhala.
Repite esta visualización 2 veces más. 

SEGUNDA PARTE:
En la misma postura, canta el mantra WAHE GURU suave y monótonamente durante 3 minutos máximo con tus manos sobre el regazo (derecha sobre la izquierda), con los pulgares e índices siempre juntos.
Escuchar el mantra aquí:
https://soundcloud.com/user-743401309/waheguru/s-CCWht

Para terminar:
Junta las manos frente al pecho y canta el mantra SAT NAM 3 veces para terminar.
Escuchar el mantra aquí:


5.2.16

El Yoga en las Relaciones Auténticas


Love is everywhere, Budapest, 2009
Febrero es en mi país el mes del amor y de la amistad. No sólo se planea algo especial con la pareja sino también con los amigos más cercanos. Y pues, la época da para hablar del tema.
Las relaciones amorosas y de amistad son complejas. Hay una obvia diferencia entre el amor de padres e hijos, pero para el yoga, el trabajo psicológico en ambos casos comienza con el Ego y la autenticidad.
Las relaciones deben basarse en la autenticidad, es decir, en un deseo intrínseco de estar ahí para los demás, de servirles, de elevarlos, de acompañarlos y de aceptarlos sin importar las diferencias. O sea, hay que basarlas en el compromiso y en la compasión.

De ahí deriva el problema en el que las personas suelen no querer estar ahí para otros (por diferentes razones), de no tener deseo de ayudar, de sostener, y de aceptar, entonces el resultado es la queja o la crítica (de ambas partes). Las personas que se creen victimas, por no tener el apoyo de los demás tienen un ego débil, y los que no quieren reconocer sus errores tienen un “Ego inflado”. Aquella pequeña voz interna que no permite a la persona admitir ser la responsable de sus errores y no los demás.
El primer error es el no entregarse a un compromiso de SER AUTENTICO en las relaciones con los demás, y en la vida en general. Y el segundo es que al ignorar este principio, las personas escogen RELACIONES NO AUTENTICAS, o las sostienen por muchos años.

Más allá de esto, el hecho de que las personas no han aprendido a SER AUTENTICAS en sus relaciones,  es porque en su pasado no hubo un modelo de tal autenticidad o porque tuvieron que enfrentar situaciones frustrantes con otros y nadie estuvo ahí por ellos para superarlas.

Yo soy un caso de esos. Gracias al yoga he aprendido a darme a los demás auténticamente y a dejar entrar a mi espacio social a personas que tienen respecto por sí mismos y por los demás. Pero las amistades que he hecho antes de ese período, me han hecho caer en cuenta (y lo he sabido por muchos años), que nuestra dinámica se asemeja a las de relaciones que sostuve con personas en mi infancia y en mi adolescencia. Por más de 10 años he intentado ser compasiva con estas personas, he intentado dar lo mejor de mí, he sido auténtica de corazón y espíritu. Pero es verdaderamente duro cuando lo que recibes del otro es sólo una bofetada de egoísmo e inconsciencia. En todo caso, es una muestra de que durante mucho tiempo he sostenido relaciones similares a las que tuvo con mis familiares y compañeros en la escuela.

Las relaciones pueden ser complejas pero a su vez pueden ser auténticas. Ahora, si la relación es problemática y deshonesta, no podrá ser auténtica. En el primer caso, el amor y la compasión siempre triunfan porque ambos lados se sostienen y se sabe entre líneas que ambas personas están ahí para apoyarse y acompañarse incondicionalmente. En el caso de las relaciones NO AUTENTICAS, una de las partes o las dos a su vez se apegan al ego –ismo- y a la individualidad, y es aconsejable, quizá “tenerlas”, pero NO SOSTENERLAS. Entrar en un duelo de separación sin que la otra persona se entere (para no creas más conflicto), y dejarla partir con todos sus asuntos. Esto no es sólo liberador, sino que además es sano. Al menos esto da el tiempo para pensar con cabeza fría y cultivar la compasión y el perdón. Es un trabajo muy personal y muy hacia adentro.  

La práctica del yoga ayudan a fortalecer al ego para aceptar la responsabilidad sobre las relaciones escogidas  y además guía al desarrollo de la autenticidad. El yoga permite que las personas escojan conscientemente sus relaciones en base a este principio. Por otro lado, ciertos ejercicios se centran en la energía del ombligo y del corazón para desbloquear emociones cuya vibración ha quedado grabada luego de una experiencia de dolor o frustración con otros en el pasado. Cuando esta energía se disipa, la persona logra experimentar un grado de compasión y de perdón.

La clave está en mantener esta actitud de autenticidad con las relaciones que escogemos tener o sostener, puesto que el ego, si no esta bien trabajado, puede repetirle a la mente una y otra vez que debe defender o proteger su integridad del peligro que la otra persona le proyecta. Y por eso la importancia de una práctica diaria y constante.

En este mes ofrezco una linda oferta de yoga y meditación para parejas en sesión privada (en español, francés e inglés) y para las clases regulares de yoga (sólo en francés), ejercicios para sanar las relaciones del pasado o reforzar aquellas que se tienen en el presente. Decide ser auténtico y llevar relaciones al mismo nivel de consciencia!. 

M.V.